Un Viaje hacia el Super-yo
Ha pasado tanto esta semana que no sé como llevarlo a palabras ni como hacerlo accesible al entendimiento de la mente del lector. Pero para eso escribo, para enseñarte la espiritualidad desde las experiencias que voy viviendo.
El lunes 3 de febrero tuve una sesión que le pedí a uno de mis maestros. Llevo una racha en la que me encuentro muy bien conmigo mismo y quería ver si podía seguir aprendiendo o si había algo que cambiar en la actualidad.
La sesión fue espectacular, al verbalizar a otra persona los cambios profesionales me doy cuenta de como asiento la energía a cada decisión que voy tomando y cómo esta se va materializando en respuesta a esa fuerza. Luego llegó un momento de la sesión en la que no hacía falta tanta interacción con mi maestro, era más bien estar uno consigo mismo y fue espectacular.
En el escrito anterior comenté que pude estar al lado de una persona que no llegué a ver, no llegué a saber quien era y simplemente lo llamé “Dios”. En esta sesión supe quien era. Es ese ser que está en conexión directa contigo, lo que yo llamo “El super-yo”.
No voy a comentar mi viaje con el “super-yo” porque cada persona, cuando llegue a este punto lo vivirá distinto y no quiero condicionarlo pero pude ver la inmensidad de las decisiones que puedo tomar, existen mil puertas abiertas esperando que uno entre, pero a su vez estas puertas se cierran. La clave está en escoger la puerta desde el disfrute, desde las ganas, con una vibra concreta. Sentí que ahora, siempre que lo necesite, puedo acudir al lugar donde están todas las puertas y conectarme desde ahí con el “super-yo”.
Con mis resistencias, mi ego y, en general con la vida misma como desafíos cotidianos, voy avanzando a pasos agigantados, desbloqueando paso a paso todo mi potencial y llegar al final de ese camino que vi con mi super-yo donde pude ver que hay una persona esperándome. Dame tiempo, llegaré hasta ti con toda la sabiduría necesaria para que podamos ayudarnos juntos.
Después de esa gran sesión, Efra me invitó a ir a la conexión que hace el grupo más avanzado que tiene el sábado día 8 de febrero. Si estás leyendo esto ya sabes que ese día pasó y viví toda esa experiencia. No la contaré en este escrito porque fue una locura, no entendí y dejó una sensación extraña en mi cuerpo a la vez que fue una experiencia increíble. Por primera vez tuve a mis dos maestros juntos en una sesión en persona.