La isla del cielo
Día 8 de febrero, me reúno con un grupo nuevo, caras diferentes, un poco tímido buscando personas conocidas donde apoyarme, un poco nervioso pero con muchas ganas de empezar la sesión con el grupo avanzado.
Veo caras conocidas de otros talleres, súper agradecido de verlas en persona porque anteriormente era todo virtual. Llegó Luis, maestro. Llegó Efra, maestro. El primer día que tenía mis 2 referencias juntas, sinceramente no fui consciente de lo increíble que era tenerlos a los dos. Ese día incluso Luis era maestro y aprendiz. Yo, un niño aprendiendo hablar 😂
Te puedo asegurar que, a nivel consciente no entendí nada de lo que allí se vivió, estaba perdido pero intentaba, dentro de no saber que coño hacía, dejarme llevar. Siendo honesto, no puedo explicar con palabras lo que pasó allí, es vivirlo. Estas personas tienen un nivel distinto al que yo estoy marchando en los talleres (y como me gusta poder estar con gente tan experimentada). Me siento un aprendiz de músico tocando con gente que lleva años yendo a conciertos.
Eso si, no todo fue bonito ese día. Terminé con una sensación incómoda en el cuerpo y sin entender ni si quiera por qué lo tenía. Me notaba un poco fuera de mi lugar y me fui de la sesión grupal con esa sensación. Me avisaron que son muy potentes y que a veces es mejor llegar y descansar pero yo quería ir de senderismo y no me arrepiento de haber ido, pero días después me daría cuenta de los efectos de haber tomado esa decisión.
Te dejo por aquí una foto espectacular de lo que parece una isla en el cielo
Hasta el martes día 11 tenía esa sensación extraña que no me dejaba tranquilo, me costaba conectar y ese día me di cuenta que tenía miedo a conectar con el mensaje que me quería decir el miedo. Fue en el taller de Efra donde me vino una sensación que había olvidado desde noviembre del año pasado. Una sensación de que algo iba a pasar en abril de este año. Tenía una persona en mente que iba aparecer y que me daba muchísimo miedo que apareciera por la posibilidad de que no pudiera tener el crecimiento suficiente para que no me desajustara todo lo que he conseguido hasta este momento. Efra me confirmó que esa persona iba aparecer.
Ese taller no lo terminé bien, no quería conectar, me quedé todo ese día y parte del siguiente en un bucle mental, esa noche apenas dormí. Menos mal que al siguiente día tenía otro taller con Efra en el que conectábamos con la paz.
Y que bien me vino conectar con la paz, me sentí muchísimo mejor después y justo al terminar ese taller algo me pasó en el cuello que no podía girarlo. Yo lo que deduje es que estos días, desde el sábado 8 llevaba aguantando algo que, al relajarme en la sesión de la paz, pude soltar y al soltarlo el cuerpo tuvo su efecto. Poco después Luis me diría el por qué.
Igualmente, aunque ahora me encontrara bien, quería saber que me había pasado, seguía sin querer conectar ni meditar así que pedí ayuda a Luis que se apuntó hacer senderismo el sábado. Lo que aprendí ese día no tiene lugar ni nombre, lo que olvidaré a nivel consciente tampoco tiene nombre 😂 pero ese día me marcó bastante. Hubieron muchos aprendizajes, destrucción de ideas limitantes, sentir en grande, mucha humildad y sobretodo, querer conectar de nuevo. Ya te contaré